Gran Vía sin prisa

Algunas veces caminamos la Gran Vía con varios tequilas en la sangre una tarde de otoño; despues nos despierta un hermoso recuerdo cuando oimos hablar de la misma Gran Vía en bocas ajenas que nacen de reuniones sociales.Caminarla era el mejor antidoto para calmar los tequilas que alegremente entraron en nuestros labios un 15 de septiembre,cuándo los recuerdos por México florecían hasta el delirio nacional.