Colores mexicanos con vida.

Los colores que cubren desnudas paredes de locales mexicanos no suelen empalagar al pensamiento ,cuando se pisa la distancia. Son colores que  cobran vida cuando se les ve con la luz que iluminan las juergas sobre la barra. Son colores que enmarcan los pasillos abarrotados de visitantes nocturnos, que esperan y se alejan  cuando no hay espacio ,,para colorear las noches madrileñas en  locales mexicanos.

Fresas que endulzan con su sabor las bebidas en restaurante

El sabor de las frutas se puede distinguir al verlas frescas sobre la barra; ya sin ramitas con hojas ni con la tierra que les cubrió. Se puede estar degustando una fría caña, mientras se contempla al ágil barman coger el trasto  de la licuadora y prestarse a crear un sorbete de fresas con tequila . Lo que es notorio es el ruido que provoca el triturar el hielo que se tiñe del color de las fresas y el aroma fuerte del tequila. Al cesar el ruido que enmudece las charlas en la barra se logra ver una rica malteada llamada sorbete; que es adornada con un trocillo de fresa sobre el filo de la copa. Por simple curiosidad se persigue con la mirada al barman que sale del estrecho rincón tras la barra y ofrece con galantería el sorbete a una  mujer que le recibe con la mirada , antes que con la mano.

 

 

 

 

Comida rica

Las cazuelitas con diferentes guisos mexicanos son el platillo que mas se ofrece en la carta del Chaparrito Restaurante . Sobretodo para los clientes que buscan adentrarse por primer vez en rico sabor que ofrece la comida mexicana.

Cochinita Pibil y fajitas de pollo en la carta

Carta de restaurante en Madrid

El tiempo tiñe de color .

Los colores al igual que las emociones: jamás se extinguen con el tiempo.

Un lunes en los pasillos

 Un fin de semana tiene un rostro diferente: tiene el transitar de clientes en los pasillos centrales, los altavoces deleitando rancheras, el rose entre platillos y cubiertos dentro y fuera de la cocina , agiles camareros que sortean los cortos espacios sin perder la cordura con charola en mano ,mesas nutridas de comensales que se deleitan con platillos mexicanos , la barra acompañada con amenos visitantes que contagian de felicidad al entablar interesantes charlas de la cultura azteca ,mientras consumen sin prisa el sabor de las bebidas mexicana

Una margarita sobre la mano

Hay miles de clientes que desfilan por los pasillos  cada día, perdiéndose en las estadísticas del olvido. Pero hay clientes que reúsan a sentirse olvidados en la injusta rutina que maquilla los días. Suelen poblar con su gracia los espacios que les hacen suyos: sobre un banco amarillo frente a la barra tocando con sus dedos la frente cristalina de un móvil,  junto a una silla huérfana de mesa de cualquier color , dejando escapar su curiosidad con la mirada firme sobre un cuadro que cuelga dentro del local o, simplemente recargados sobre la barra leyendo las notas deportivas de un periódico popular.

El color con tintes del pasado

Hay tantos motivos que dan vida a un restaurante : en sus pasillos coloridos , en sus papelillos que se mueven con la calefacción, en el reflejo de sus cristales o, sobre la mesa donde conviven los comensales.

Huellas en el tiempo